domingo, 20 de septiembre de 2015

150


Portadas de los diarios el 21-11-11
Todo comenzó el 11-11-11, aunque lo conocisteis el lunes 21 de noviembre de 2011, un día después de que el PP ganara las últimas eleciones generales, ¿ha llovido desde entonces verdad?

Con esta son ya 150 las publicaciones, casi 4 años escribiendo de forma regular e ininterrumpida . 150 de Edlitam coaching, del blog de ideas de Hilario Real, de “Epo for my mind”, del tercer café y otras tantas colaboraciones… La llave, el señor de gafas y lo que vendrá.

En los desaparecidos Colby y La Comercial, también en 2Pockets y Dukes. Desde el patio de mi casa en Campillo de Altobuey o en las playas de Unawatuna, Sri Lanka. En Canazei, el corazón de los Dolomitas, o en casa de un amigo con vistas al Mar del Coral. En el Templo de Debod o junto a la Opera de Sidney.

Soltero y formalmente emparejado; tras romper y al poco tiempo de empezar. Antes de comenzar una discusión o después de una reconciliación.

Portada diario Marca 21-11-11
Enfadado, triste y decepcionado. Contento, excitado y eufórico; nunca indiferente. Salir de la cama y empezar a escribir sobe una idea, aunque también quedarme dormido con el ordenador encima.

Sobre meditación y también reflexionando como no ligar. Enseñando como correr una maratón y también como aprender a olvidar. Las ideas sobre las que nunca he conseguido escribir y también las que surgieron sin más.

Terelu Campos Portada de Interviú
21-11-11
Decenas de musas y “musos” que me han inspirado a escribir; empalizando con quienes sufren los problemas cotidianos que producen dolores extraordinarios.

Comentarios, likes… compartido y también plagiado. Las felicitaciones de mis colegas, el reconocimiento de mis “enemigos” y el apreciado apoyo de extraños.

Anécdotas como la del amigo que me mandó el enlace a una articulo que podia interesarme y resultó ser una de mis publicaciones que una empresa de nutrición había plagiado.

Salir de casa para escribir en una cafeteria es uno de los mejores momentos de la semana, cuando
abro mi portátil y escribo la primera palabra siento el desafío de tener que aprender, porque cuando hago click en publicar me siento menos insignificante y más capaz.

Gracias a los todos aquellos que habéis intimado con este blog.


Hilario Real

sábado, 12 de septiembre de 2015

Huellas

Las huellas mas profundas y duraderas no siempre se quedan tras el paso de las personas más entrañables tras las experiencias soñadas. Las personas que dejan las huellas de dolor no son siempre las más perversas y tampoco las del dolor son las peores huellas. 



Las huellas de la pasión son fáciles de seguir. Las personas que nos suministran tan energéticos momentos dejan sus pisadas en nosotros pero sus huellas son como las que dibujan los animales: Llamativas hasta que aparecen las de otra especia más exótica. 
Hay otras personas que pese a poner su empeño, no pueden dejar ningún rastro en nosotros, bien sea porque somos duros como el cemento o tal vez por ser una superficie tan poco consistente como el agua.
¿Y quienes dejan dolor? El dolor no es una simple huella, el dolor es un surco donde es mas sencillo que caiga y germine la semilla del rencor, un sentimiento difícilmente de arrancar.

¿No somos simplemente la serie de huellas de los que han caminado con nosotros?, ¿No somos la suma de lo que otras personas han traído a nuestra existencia? 
Puedes ver el rastro de la inseguridad en las personas que no han dejado de ser golpeadas, no te extrañes si son más reacias a dejarse llevar.

¿No conoces a nadie que paso por tu vida de forma breve pero intensa? ¿No apareció con tanta dulzura como con amargura se marcho? ¿No permanece su legado pese a que hace años que se fue? ¿No cambió tu forma de verte en el mundo después de aquella aparición?

No quiero que alguien perturbe mi existencia si no es para revolucionarla, no quiero que se marche sin haberle suministrado la dosis necesaria de caos, que se despida dejándola como la encontró. Yo tampoco quiero ser recordado como una seta insípida, como un tipo plano que ninguna legado dejó. Lamento si soy odiado por los que sin querer hice sufrir aunque quizá soy añorado por quienes un día encontraron el acierto al equivocarse o bien acertaron con su equivocación. Prefiero ser el tirano capaz de hacer perder el norte a una plácida existencia, que un alma candida incapaz de crear el desequilibrio en un camino equilibrado.


Y los que dejan huella siempre podrán volver y ser seguidos, siempre quedará la opción de volver a aquellos momentos que se quedaron grabados, quien no lo hiciera nunca tendrá una segunda oportunidad. Recuerda, los que en ti dejaron algo sembrado, volverán a recogerlo y de nuevo, de forma fugaz, se marcharan. 

sábado, 5 de septiembre de 2015

Dejadnos jugar a ser super triatletas.

Este es el post para mi columna mensual en Sport Training magazine. www.sportraining.es

Las fotos de tu reloj GPS después de un buen entrenamiento y también las que te haces montando tu espléndida bicicleta con cara de estar haciendo un esfuerzo inhumano en cualquier triatlón. Selfies con los compañeros de grupeta donde se ve de fondo la señal del puerto coronado. Instantáneas de todo el material conjuntado junto al dorsal con el que vas a competir, la imagen que inmortaliza tu entrada en meta con los brazos en alto y luciendo palmito. Hashtags con el nombre de marcas o pruebas… Todo esto también es parte del triatlón, como también forma parte del arte las famosas “Campbell’s Soup Cans” de Andy Warhol

“Globero, matao, pollo, flipatleta, posturitas…”, muchas cosas he leído por ahí sobre todos nosotros.
La vida puede ser muy aburrida y monótona, esto del triatlón es un juego, no os ofendáis por la manera en lo que lo hacemos, no olvidemos que no deja de ser un hobby para la mayoría de nosotros


Quizá los que empezaron compitiendo con un “bañador Turbo” y un colorido top no lo entiendan, pero somos parte de la evolución. El mundo no es como los 90´, tampoco el triatlón lo es. Todos los deportes han cambiado, echad un vistazo a cómo lo ha hecho el fútbol, el ciclismo… El triatlón, lógica y afortunadamente también ha evolucionado. Podéis criticarnos por nuestras nuevas y extrañas costumbres añorando la mística de los duros comienzos, pero si lo pensáis, dentro de una sociedad de selfies, marcas y apariencias, el nuestro, no es el deporte del “pollo frito” ni de los “mataos”, es más, me atrevería a decir que evoluciona mejor que la mayoría de los deportes y hasta que la propia sociedad.
Dejadnos jugar a ser súper triatletas sin quitarnos mérito, porque la persona que sale de su zona de confort y se aventura a participar en tan grande desafío merece todo el respeto. Los triatletas ya no son “chicos duros” curtidos en deportes de resistencia, ahora también son señoras de 30 y muchos que no hacían deporte desde el instituto. Ya no se trata solo de recorrer más rápido el trayecto a-b-c, el reto también reside en sorprenderse a uno mismo de su propio potencial, de sentirse capaz, de tener un momento de gloria.
No hay que tomarnos muy en serio en cómo lo hacemos, pero sí es cierto que ponemos empeño en nuestra actividad. El que participa por primera vez busca vivir algo nuevo, romper con una vida rutinaria, sentir emociones más fuertes y mantener el equilibrio “quiero-puedo”, aunque llegase el último a meta nadie debería apellidarle “matao”.
¿Qué tiene de malo mostrar con orgullo el trofeo de 3º clasificado en el grupo de edad 20-24 que has logrado en el triatlón de tu pueblo? No te avergüences por ir en busca de un puesto en el podio en un triatlón regional, no es menos campeón el que gana una prueba en la que solo han participado los triatletas de la comarca, no tiene menos valor tu foto agarrando la cinta en el arco de meta. No quitéis mérito al que ha logrado la victoria, porque aún queda peor parado el triatleta que no la ha conseguido.
Jan Frodeno
Dejadnos lucir con orgullo nuestra bici de ensueño o lo último en material, no os burléis de nosotros porque la calidad de nuestro equipamiento esté por encima de nuestros resultados. No nos miréis con desprecio porque queramos sentirnos como nuestros ídolos por unas horas, dejadnos evadirnos con una “droga” mucho más sana, permitidnos sentir orgullo al recordar un pasado asfixiante. Con el triatlón podemos sentirnos auténticos “cracks” un par de veces por temporada.
Y es que nos gusta jugar a ser triatletas porque la brecha entre la experiencia “pro” y la “amateur” es mucho más pequeña, porque no es una osadía que un chico de pueblo sin un pasado como deportista pueda estar en la cámara de llamada con varios campeones del mundo o que una jubilada se vea en idéntico escenario, tomando la misma salida y recorriendo iguales distancias que el mejor de los triatletas. No todos los deportes pueden hacer sentirse a un ciudadano cualquiera un campeón tan solo por cruzar el mismo arco de meta que el vencedor. Dejadnos tener experiencias vitales, dejadnos tener nuestros 15 minutos de fama de los que hablaba Andy Warhol.
Dejadnos jugar a ser súper triatletas y vivir el triatlón a nuestra manera.