7 estrategias para empezar una aventura en otro país.

Emigrantes llegando a Nueva York

Se habla mucho de la generación perdida, de los que se van porque no encuentran su oportunidad en España, de los que se han formado en el país y buscan en el extranjero desarrollar su carrera. Estoy seguro que los que se marchan no son mas de un 20  por ciento de los que quieren hacerlo. El coaching es de gran utilidad para lograr empezar una aventura fuera del país, sea cual sea la razón para marcharse. Lo que vas a leer no es para ayudarte a tomar una decisión, si no para comenzar a desarrollarla.

Hace un año tomé la decisión de venirme a Australia. Un año después estoy viviendo en Melbourne y puedo decir que mi vida es mejor que hace un tiempo. Voy a escribir una serie de estrategias basadas en el coaching que te ayudarán con el proceso:

1. Vete donde quieras, cuando quieras y el tiempo que quieras. Focalízate en lo que realmente quieres y no en las posibilidades, facilidades... Si sabes lo que quieres, sin duda sabrás como obtenerlo. Es un gran error centrarse en donde es más fácil ir. Los problemas aparecen siempre, pero con algo que realmente nos motiva no hay solución que no aparezca.

2. Una vez tomada la decisión de donde quieres ir, haz un análisis de los recursos que dispones: Dinero, proyectos terminados y por terminar, formación, idiomas...

3. Ponle una fecha a tu viaje acorde con los puntos 1 y 2. Se realista pero atrevido. No cambies el donde, juega con la fecha del viaje mejor que con el destino.

4 El mismo día que sepas donde y cuando es tu destino da un paso, cuanto mas significativo sea, mejor, mas cerca estarás y más difícil sera volverse atrás. 

5. Marca un plan de puntos a conseguir en determinadas fechas, por ejemplo: Dinero ahorrado, formación a terminar, trámites resueltos, nivel en el idioma.... Paso a paso con los diferentes objetivos a lograr. Trabaja con ideas especificas y no generales y no mezcles los diferentes puntos. De lo que uno se ocupa deja de preocupar. Cada semana habrá contratiempos pero la persistencia y las soluciones son las que te harán irte o no, trabaja con actitud positiva, analiza los problemas pero actúa siempre orientado hacia las soluciones. La pro-actividad es la clave de éste punto.  

6. Márchate solo. Si dependes de tu pareja, amigo, familiar, etc... tus posibilidades de irte se dividen por 2. Los problemas se duplican y las facilidades de dividen según el número de acompañantes. Piensa en las personas que te pueden ayudar, los grupos a los que te puedes unir y de donde puedes sacar información útil.

7. No esperes a tener un trabajo, una casa y todo concertado en el país donde vas a ir. Ocúpate desde España de lo realmente imprescindible.  No puedes abandonar un país sin dejar atrás una zona de confort, me reitero en el que si alguien sabe lo que quiere, sin duda encontrará como hacerlo.

TIPS:

El mayor paso es sacar el vuelo, sobre todo si vas fuera de Europa. Una vez con el billete es mucho más difícil dar marcha atrás.

Realmente es importante tener un colchón de dinero. Una vez en el lugar te dará mayor margen para tomar decisiones y  te permitirá actuar con mayor criterio. Debes saber que el dinero se acabará y tendrás que gastar de tu cuenta corriente de astucia. Los Euros desaparecen, la capacidad de generar ideas para ganarlos nunca, la necesidad agudiza el ingenio.

Lo bueno es enemigo de lo mejor. Cuesta desprenderse de lo que nos ata a el lugar, hasta de lo malo. La incertidumbre no es buena aliada, pero... ¿Te gustaría estar dentro de 12 meses dónde y cómo estás ahora?

Feelings

Hay sensaciones que no puedo olvidar, del mismo modo que ahora busco y no dejo de buscar revivir las antiguas y añadir nuevas para recordar.

Vincent Van Gogh Starry night

¿Cómo sienten las personas?, ¿qué sienten?, ¿cómo lo interpretan?

Sensaciones de pura vida, de alegría extrema cuando estas en el fondo, sensaciones de tristeza, de muerte, de necesidad cuando estas rebosante de energía... ¿Cómo siente la gente? ¿Le gusta sentir a la especia humana? Es un gran misterio esto de los feelings, es tan abstracto... ¿Nos paramos a sentir lo que sentimos? Se detienen las personas a disfrutar ese... ¿Cómo explicar, esa sensación en la piel? ¿
Los demás se preguntan el por qué lo están sintiendo?

Es Just a feeling como diría Rosa Capelo, solo un sentimiento, pero es que éste es un feeling natural por cosas simples, por algo que la sociedad no nos ha enseñado, es uno de esos feelings sin unos estímulos concretos, sin una emoción en particular, quizá melancolía quizá esperanza. Nada que ver con uno de esos sentimientos que debe ser estrenar algo realmente bueno, ganar un premio, la perdida de un ser querido o la vergüenza más profunda, es algo que se aprecia en la piel, esas sensaciones, ese... esa maravilla que se que muchos tenemos ante cualquier cosa simple y sin más, pues el feeling no es interpretar el estimulo, es la predisposición a sentir desde uno mismo. Es creer que todo es parte de tu locura, el ser algo diminuto de algo inmensamente grande, o ser el algo de un ahora. es escuchar cuando no hay sonido,es leer lo que dice un papel en blanco, es recordar olores de hace 8 años cuando escuchas el mar, es... eso que vosotros sabéis y seguramente podríais explicar mejor que yo con palabras...

Sentir por sentir, es no saber si lo que se remueve es el de un niño de 5 años, de mis 28 o del anciano que seré con 80; ese feelng no tiene edad, no esta contaminado por la experiencia o el aprendizaje. Es grabar lo que sientes en el momento,un momento intimo, solitario y sin grandes emociones creadas por algo que viene de fuera de nosotros sabiendo que lo revivirás en otro lugar, momento, y contexto...
Difícil de sentir, difícil de transmitir, realmente difícil de escribir para que otras personas lo entiendan, es simplemente sentir y quien siente lo entiende sin más...

Pollyanna

¿Qué diría, cómo actuaría; desistiría la pequeña Polyanna si cobrase vida en ésta época de la sociedad Española, tal y como somos hoy en día?

Pollyana de Eleanor H. Porter

Poniendo en situación, Pollyanna es la protagonista de la obra que lleva el mismo nombre de
Eleanor H. Porter  publicada en 1913. La historia trata sobre una niña llamada Pollyanna, huérfana de padre y madre que es enviada a vivir con su estricta Tía Polly. La niña, educada con optimismo por parte de su padre, usa el juego de encontrar el lado bueno de cualquier situación para alegrar la vida de todos los que la rodean.

A raíz del éxito del libro se adquirió el termino Pollyanna que es algo así como el optimismo más ciego: Sobrestimar las posibilidades de ganar (Principio de Pollyanna)

Vuelvo a formular parte de la pregunta con la que empezado el post... ¿Desistiría Pollyanna?

Sería maravilloso que se contagiase un poco del espíritu de ésta niña; ya no solo por el yo, aquí y ahora; si no por crear un entorno optimista que a su vez y a largo plazo volvería beneficiarnos a nosotros mismos de nuevo. Son tiempos difíciles, para unos mas que para otros, pero siempre que se busque apasionadamente se puede encontrar lo bueno que cada  persona puede ofrecer.
"Cuando uno mira lo malo en los hombres con la esperanza de encontrarlo, seguramente lo encontrará." Abraham Linconl.

Es bien sabido que hacer felices a los demás resulta realmente gratificante y que una persona que siembra optimismo en vez de pesimismo, que sonríe en vez de lanzar un suspiro y que da soluciones en vez de sumar otra queja resulta mas atractiva y eso es algo universal. Pollyana quería ver el lado bueno de las cosas y quería que todos en su entorno fuesen felices. Es algo espantoso tener alguien detrás de ti demandando tu felicidad en cada momento , pero si es más fácil convivir con una persona que transmite alegría y a su vez respeta tus malos días.  Resulta más beneficioso para uno mismo crear un ambiente entusiasta donde convivir, ya sea familia, trabajo o grupo social, que ser el germen de la incomodidad. Hay personas que cuando se van, se llevan consigo la alegría, hay otras personas que cuando se marchan hacen el lugar más feliz. Todos conocemos ejemplos de ambos casos.

Escribiendo ahora sobre el principio de Pollyana en su versión ¨si algo bueno va a suceder, me ocurrirá a mi¨ Creo que lo encontramos claramente en la lotería.  Tenemos ese sesgo optimista de creer que jugamos el número que será premiado  y es que mientras no nos cueste trabajo bienvenido sea el optimismo, pero en cuanto se requiere un poco de nosotros, adiós optimismo y bienvenida sea la resignación. Qué mal toleramos la incertidumbre cuando de nosotros depende el resultado!

Doy gracias a la pequeña Pollyana que circula por mi cabeza y se encarga de contrarrestar todo el pesimismo que transmiten los diarios.