miércoles, 5 de noviembre de 2014

Mis 15 minutos de fama

Aqui tenéis la última entrada de "el 3er café" 


Andy Warhol dijo que en el futuro todo el mundo tendrá 15 minutos de fama.
Para que un concierto se lleve a cabo se necesitan cantidad de personas que no son músicos, para que se pueda celebrar una exposición no solo se requiere del trabajo de un artista. En estos eventos cada uno sabe cuál es su papel y de sobra se sabe quién es el protagonista. Lo mismo debe suceder cuando se disputa un triatlón, el protagonista del momento debe ser únicamente un triatleta.

Por los madrugones para entrenar, por entrenar con lluvia, frío, viento y calor; por lo agónico de algunas sesiones, por lo que los nuestros tienen que soportar, por la ansiedad de antes y por las decepciones de después. Por las prisas para ir a entrenar, por los quebraderos de cabeza para organizar el tiempo, por cuidar la dieta y por tener que comer hasta cuando no tienes hambre. Por las caídas en bici, por las anemias y por los dolores de piernas. Por las inversiones en material, por el dinero que generamos, por el precio de las inscripciones… por todo ello y por mucho más, el día de la competición, desde que sale el sol hasta que se pone, los protagonistas únicos de los triatlones deben ser los triatletas.
Los que no estáis compitiendo sois necesarios, aprecio y agradezco vuestro trabajo. Vosotros hacéis que todo pueda suceder. Quiero jueces, voluntarios, speakers, organizadores, periodistas, policías, protección civil, doctores, responsables de federaciones, patrocinadores, público, muchísimo publico… Pero en el día señalado, el de la prueba, el protagonismo, la gloria, los 15 minutos de fama de los que hablaba Warhol son para nosotros, para los triatletas.
No quiero Jueces que nos griten y que puedan resultar ofensivos, que traten de ser actores principales sacando tarjetas y descalificando triatletas para sentirse importantes, tampoco quiero jueces que sean protagonistas por su pasividad ante los pelotones ciclistas. No quiero speakers que traten de ser el centro de atención, que se burlen de algunos participantes, que quieran ser más protagonistas que los triatletas y hasta que el propio triatlón. Quiero trabajadores de federaciones que sepan ser un espectador más en el día de la prueba, quiero que conozcan cuándo tienen que actuar y desde qué posición deben hacerlo. No quiero intromisiones cuando un triatleta lleva puesto el “mono de trabajo”. Aborrezco que se hable de organizadores por sus malas artes o pobres servicios; quiero que un triatlón sea noticia por el extraordinario esfuerzo del campeón y no porque se ha suspendido unos días antes de que se vaya a disputar.
Desafortunadamente, en ocasiones, somos nosotros mismos los que arruinamos la labor que ellos están llevando a cabo. No somos unos clientes fáciles y ni mucho menos siempre llevamos la razón, debemos ser pacientes, considerados y agradecidos, no olvidemos que son profesionales y que muchos de ellos están cuidando de nosotros de forma desinteresada.
Me avergüenza que tengan minutos de fama los dopados o ex dopados. No quiero que se sientan de hierro los que necesitan competir detrás de otro triatleta aprovechándose de su esfuerzo. No me gustan los triatletas que buscan sentirse importantes por algo que no han conseguido compitiendo, tampoco los que creen que porque han pagado una inscripción tienen derecho a todo.
Todos somos necesarios en este micro mundo llamado triatlón, todos podemos encontrar los 15 minutos de fama y la satisfacción del trabajo bien hecho. Solo se trata de saber cuándo es el momento oportuno para ello.

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