viernes, 31 de octubre de 2014

Hazme feliz.

Dime lo que quiero escuchar y me sentiré orgulloso de ser uno de los tuyos, dime lo que quiero escuchar y tuya será mi verdad, dime lo que quiero escuchar y te defenderé con uñas y dientes. Nunca insinúes que soy responsable de algo malo porque entonces jamás llegaras a ser popular, no te seré ciegamente fiel si me hablas de como llegar a las soluciones; si quieres ganarte mi respeto y fidelidad hablare de problemas, de injusticias y de villanos.  

Cartel de la campaña electoral de B. Obama.
Compadécete de mí, insulta a los que me hacen sentir miserable y tendrás toda mi confianza, no me digas que puedo estar equivocado porque te detestare de la misma manera que detesto no estar en lo cierto. Ensalza los defectos de los otros y así no tendrás que explicar tus carencias, cuéntame de que manera están abusando de mí y con poco que me ofrezcas quedaré satisfecho. Recuérdame mis derechos y hazme olvidar mis responsabilidades, no hace falta que aportes nada nuevo, solo enciende mi malestar, exculparme de mis fracasos y serás mi nuevo ídolo.

Háblame de nuestro exclusivo grupo, de lo importante que somos, de lo que nos odian nuestros vecinos. Hipnotízame con palabras como “tradición” e “historia” con colores, banderas, heroes, razas… hazme sentir parte de algo, dame identidad por mis hábitos y seré tu nuevo súbito. Defenderé tus ideas aun cuando sean contradictorias; odiaré mucho más de lo que puedes imaginarte. Háblame de las cosas que quiero oír o que odio, termínalas en “ismo” e “ista” y me harás feliz.

Confirma que estoy en lo cierto, que los demás están equivocados; hazme sentir inteligente y especial. Quiero ser el que dentro de un tiempo diga que te conoció primero, quiero ser el primero en abandonarte cuando todos te sigan y el que más te odie cuando la gente empiece a aborrecerte, cuando aparezca un nuevo tú.

Cuéntame de que manera nos están oprimiendo, como nos roban y haré tu campaña, háblame de perversos planes, de los que nos quieren hundir, de los egoístas y pondré tu bandera en mi ventana. Quiero leer sobre estadísticas, porcentajes, estimaciones que me digan que estoy en lo cierto, nunca creeré los números que demuestren que nuestras conclusiones no son ciertas.

Dime lo que quiero oír y seré tu siervo, compraré lo que me vendas y además haré apologia de ello. Dame un peto, un brazalete, una tarjeta con mi nombre escrito, una bandera… algo que me identifique como tuyo, nos represente, algo que nos diferencie.

Juega con tus palabras y no tendrás que trabajar con acciones, si sabes convencerme serás fuente de sabiduría en cualquier campo, podrás convencerme de que haga eso, de que deje de hacer lo otro, de que ame de que odie, dime lo que quiero oír y seré tu fiel siervo hasta que aparezca otro como tú.

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