miércoles, 15 de octubre de 2014

Relaciones tóxicas.

Yo soy uno de tantos que ha sufrido una relación de las que yo considero “tóxicas”. Son esas relaciones que nos quitan la energía, que apenas nos aportan nada positivo, que nos hacen sentir miserables; relaciones en las que se fantasea con poner punto y final de forma rápida, efectiva y no dolorosa.

Me costó mucho concluir con aquellos “sin sentidos”. Recuerdo que era capaz de trazar un plan de acción, de dibujar una estrategia para llevarlo a cabo pero nunca no daba el paso, suspendía notablemente en llevar a cabo los planes de acción y eso me hacia sentir doblemente mal. 


Las relaciones tóxicas deben terminar; cada día que pasa son más complicadas de finalizar y prolongarlas supone un gasto de tiempo y energía únicamente para prevenir y remediar. Muchas veces vivimos ligados a algo que no es suficientemente malo para que estemos obligados a buscar remedio pero que está muy lejos de nuestras expectativas.

Estos 3 puntos te van a acercar más a la acción:


  • Introduce el tiempo. ¿Tiene el final una fecha? Pregúntate como crees que estarás va si en una semana, un mes, un año… sigues con la misma situación. ¿Sería un éxito seguir con lo mismo? ¿Sería un fracaso mantener la situación actual? Respóndete de manera objetiva. La variable tiempo activa la acción. Hay mayor potencial de pasar a la acción cuando hay existe una fecha. Por ejemplo mejor plantearlo como: “El 1 de Diciembre dejo de vivir con mi compañera de piso, ahora voy a buscar las soluciones para cambiarme ese día" en vez de “No soporto a mi compañera de piso, Me tengo que cambiar"
  • Las relaciones tóxicas no son lo suficientemente nocivas como para matarnos; nos molestan y nos incomodan pero no tanto como para llegar a movilizar nuestros instintos de supervivencia. Los limites en estas relaciones nunca parecen estar muy claros y siempre se buscan comparaciones, motivos externos, excusas, justificaciones… para no abandonarlas. De nuevo, marcar un punto critico, es fundamental: un limite. Por ejemplo: “Si me haces trabajar mas de 40 horas a la semana por este salario; nuestra relación laboral ha terminado”, “Si no eres capaz de encontrar un par de minutos al día para escribirme, lo nuestro ha terminado” Mejor adquiriré un rol proactivo que no uno reactivo basado en las quejas y el victimismo.
  • ¿Verías todo de la misma manera si tu relación tóxica la estuvieses observando en tu amiga, tu hermana, tu padre o tu hija? ¿Qué le pedirías a tu mejor amiga si supieses que su pareja le esta engañando?. ¿Qué le recomendarías a tu hermana si su encargado se comporta como el tuyo contigo? ¿Qué le aconsejarías a tu padre si vieses que su amigo se esta aprovechando de él? ¿Qué le rogarías a tu hija si su pareja le estuviese poniendo la mano encima? No eres ciego, sabes diferenciar, sabrías asesorar. Quizá por un momento deberías observar desde fuera tu relación tóxica, poner a otros actores y empezar a escribir otro guión. 
Hay relaciones que están condenadas a terminarse o al menos la manera en que se llevan a cabo. Si estar en tu puesto de trabajo te hace sentir tremendamente miserable, si tu hobby demanda más atención que tu familia y trabajo, si no te atreves a decirle que no a tu pareja o si no toleras lo que esta sucediendo en tu país… sin duda necesitas cambiar las quejas y la resignación por más acción.

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