jueves, 5 de junio de 2014

Tiburones.


A veces son unos segundos, puede ser unos minutos, pero ten por seguro que en menos de 24 horas ya estarán abordando a su presa. Acechan esperando cualquier rastro de inseguridad, cualquier defecto, cualquier fallo, para colocarse encima de la victima que ya adquirirá el rol de victima para el resto de los días. Es así como atacan los tiburones que viven fuera del mar. No tienen grandes dientes pero si una arrogancia que les crea un halo ridiculamente extraordinario. Son los depredadores de las relaciones sociales; esos que tienen que hacer de menos para sentirse mejor, los que hacen interpretar a los demás el papel del estúpido, esos que nunca se equivocan; hablo de los que siempre tienen una presa más pequeña con la que guardarse cuando vienen un depredador más grande.

Estos escualos saben bien como atacarte. Un día fueron presa de un maestro que les mordió como ellos están mordiendo ahora, por eso tienen esa facilidad para abordarte, fruto de haber vivido la misma experiencia. Ellos han tenido y ten por seguro que tienen más debilidades que tú y que yo, que esconden su inseguridad cubriéndola con una amarga antipatía. Nunca les vas a oir un lo siento porque seguramente nunca lo oyeron de sus odiados pero a la vez amados mentores. Ten por seguro que tarde o temprano fallaran, se equivocarán y meterán la pata pero debes saber que siempre esquivaran la responsabilidad aun cuando sea totalmente evidente su culpabilidad.

Dicen que a los tiburones se les “espanta” pegándoles en el hocico; ¿sabéis como se espantan a éstos? Con una alegre mirada, una bonita sonrisa, con sentido del humor, de frente y diciéndoles NO; simplemente un no acompañado de una sonrisa. Cambia los papeles que ha determinado, colócate en el lugar donde no te pueda ver como una presa; muestra seguridad y concédete un margen para cometer errores, sabes de sobra que todos los tenemos! No dejes que ellos te muerdan y abran la brecha por la que quieren ver salir tu inseguridad, además tratarán de aprovecharse de ella.


Por el bien de tu entorno no entres en el juego, no desequilibres la balanza ni te vayas al otro polo en busca de “pobres victimas”, no adoptes el rol del tirano, ese que un día ellos eligieron y disfruta de unas relaciones sociales sanas. Hazte respetar pero hazlo respetando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario