Seis, ocho, puede que doce sesiones en tu proceso, entre tres y seis
meses asistiendo a las citas con el coach; un tiempo y dinero invertido, llega el final del acuerdo... ¿Qué ocurre
después de todo ésto?
Si alguno de vosotr@s ha tenido un proceso de coaching y no ha sido el protagonista, lo han engañado.
Lo han engañado porque el coaching es independencia, y la independencia se obtiene
cuando el coach se centra únicamente en el coachee, incluso por encima de los
resultados.
Un cliente que obtiene resultados inmediatos estará encantado, como lo
estará el niño al que su padre le hace los deberes en 10 minutos. El padre
puede dedicarse a sus asuntos y el niño a los suyos. El coach tampoco es el
padre que se sienta con el niño a hacer la tarea, para eso, de alguna manera,
esta la figura del mentor. El coach es el padre que invita al niño a que le explique
lo que esta haciendo, los resultados que esta obteniendo y le formula preguntas
que promuevan diferentes maneras de realizar con éxito la terea. El coach es
ese "ignorante" que te pregunta lo que nadie te pregunta, para que
seas tú el que des las respuestas y soluciones que nunca has dado. Es quizá por
ello el auge del coaching ejecutivo, de la "formación" de managers,
del liderazgo…. Las cosas han cambiado, hay nuevos problemas, existen diferentes
maneras de solucionarlos, que exigen diferentes habilidades que entrenar.
Tito Vilanova. Entrenador del F.C. Barcelona |
Después del coaching no hay hambre por haber tenido pan ayer, es saber
pescar; es tener la capacidad de poder llegar a las respuestas de las preguntas
que están por venir, es el camino hacia una mayor independencia en la búsqueda de
la solución más precisa de los nuevos problemas, no olvides que el coach no te
ha solucionado nada, solo has aprendido a solucionarlos por ti mismo, con tus
propias recursos.
Estoy hablando de una demanda
de proceso cuando algo no funciona;
imagina comenzar cuando todo marcha, cuando simple y únicamente quieres
alcanzar tus objetivos… Después del coaching hay más potencial de no fracaso
utilizando los propios recursos.