domingo, 6 de abril de 2014

Hasta Dios tuvo un plan de acción.

“... Y al séptimo día descanso” nos cuenta la biblia sobre el proceso de creación del mundo. Dios tenia un gran plan de acción: Comenzó con el día y la noche, la jornada siguiente el cielo y mar, luego las plantas… y lo completo el ultimo día con animales y humanos. Si hasta Dios tenía un plan de acción para crear la tierra, quizá tu necesites uno para conquistar el mundo, seguro que Dios disfruto en el proceso de creación, viendo como todo tomaba forma.

La creación de Adan de Miguel Angel
Los que conocéis sobre el coaching ya sabéis como funciona el famoso GROW, (Goal, reality, options and wh´s) Algo así como tener un objetivo, hacer una valoración objetiva de la realidad o punto de partida, analizar las diferentes opciones e inventar nuevas para terminar con los planes de acción, los cómo, dónde, cuándo, qué… vas a hacer para lograrlo, cumpliendo pequeños retos en breves periodos de tiempo.

Trabajar en desafíos sencillos para lograr un gran objetivo es fundamental. No solo se trata de alcanzarlo o fracasar, si no de disfrutar en el camino, ¿no creéis que en multitud de ocasiones la que a priori dibujamos como nuestra meta termina siendo algo diferente?

Un gran objetivo es una aliciente para despertarse bien temprano, aguantar cantidad de estupideces y privarse de hacer actividades atractivas. No es tarea fácil para los animales edónicos que somos; por ello no debemos olvidar dejar de reforzarnos con el placer de lograr a corto plazo, de pequeños éxitos que están en el camino del gran reto. Es fundamental sentirnos motivados y pequeñas dosis de logro mantiene en pie hasta al más pesimista completando viaje más complicado y le hace capaz de poner rumbo hacia cualquier destino.

Si estas en mitad de una ruptura y en un par de años quieres tener a otra persona y sentir más y mejor de lo que hasta hora has sentido; formando una familia, viviendo en una casa increíble… Visualízate día a día experimentado pequeñas dosis de felicidad como el momento de cruzar las primeras miradas, las horas antes de la primera cita, los segundos antes del primer beso y todo el maravillosos proceso que tu bien conoces. No se trata de tenerlo, si no de haberlo logrado y también gozado y ambas son formas verbales del pasado.

Pequeñas metas que cruzar cada mes, todas las semanas y para cada uno de los días, experimenta grandes satisfacciones cuando alcances pequeños logros. En pequeños desafíos no caben ni grandes ni demasiados problemas

Hazlo para sentir la gran explosión de felicidad el día señalado; hazlo de la manera que puedas sentir bienestar cada día cotidiano.

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