miércoles, 5 de junio de 2013

1 de cada 10

Las empresas gastan grandes sumas de dinero, cantidad de capital humano y demás recursos para saber como es su negocio y como pueden mejorarlo, que productos han tenido éxito, cuales no, cuando, quien, donde... Estoy seguro de que si usásemos más la estadística, nos iría aun mejor. Si analizásemos de forma objetiva lo que nos ha sucedido en nuestras vidas, como nos hemos sentido, cuantas veces... tendríamos algo valioso: Estadísticas. Voy a enfatizar el termino objetiva, ya que es un principio fundamental para la creación de estadísticas validas.

Somos personas no compañías pero, si es cierto que podemos recordar lo que nos ha pasado para simplemente actuar de forma mas precisa en el futuro. Hay tres puntos esenciales para empezar a actuar con más precisión:

El primero es almacenar lo que te ha sucedido y hacerlo separando resultado objetivo y emociones. No dejes de lado las emociones que has sentido, simplemente separarlas, para guardar una perspectiva mas clara.

El segundo es utilizar las estadísticas para ser autoconscientes. Si algo ha funcionado 8 veces y 2 no, podría decirse que es bueno, de la misma manera que si 9 de cada 10 no ha funcionado, quizá es momento de cambiar el método a pesar de que una vez nos funcionó. Sin un intento no sabemos si somos buenos o malos haciendo algo. Muchas de nuestras creencias limitantes las hemos aprendido de forma vicaria, sin tan siquiera haber experimentado un fracaso. Lo que crees de ti mismo, ¿Está siempre fundamentado en lo que realmente ha pasado en tu vida? Cuando el tamaño de la muestra es uno no es fiable. Si lanzas una moneda al aire y sale cara no significa que siempre vaya a ser así, es evidente que se necesitan más lanzamientos para saber la tendencia. Si algo no funcionó una vez no tienes por que abandonarlo puesto que está a solo a un acierto de que sea neutro y a dos de que sea bueno.

El último es usar las estadísticas con un pequeño sesgo optimista. Una vez que tienes los datos, que los has procesado, es el momento de utilizarlos. Si una empresa realiza un estudio de mercado, analiza los resultados, pero no los tiene en cuenta en las sucesivas decisiones, habrá derrochado los recursos invertidos. Si recuerdas que ha sucedido y en base a ello has generado una autoconciencia clara, no la anules cuando vayas a enfrentarte a las decisiones relevantes.

Parece sencillo pero no lo es, ya que las emociones "sesgan"" todo el proceso. La clave es saber separar los sentimientos que hemos experimentado de los resultados obtenidos, es decir, dar igual valor a éxitos que a fracasos y saber qué, cómo y cuánta importancia atribuimos a cada uno de ellos.

Si apruebas 49 exámenes y suspendes uno, ¿qué emociones experimentas?
Si después de apostar y perder 10 veces ganas una ¿cuáles son tus sentimientos?
¿Realmente ponderamos las emociones adecuadamente a los éxitos y a los fracasos? ¿Cómo nos afecta ésto de cara a nuevas decisiones?
Se objetivo con lo que pasa, acepta los sentimientos que ello genera y crea la ecuación que te permita actuar de forma mas precisa.

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