Y ahora...

Hace justo un año viví la maravillosa experiencia con Ángela Miras de pasar 5 semanas en UK. Allí se formó el germen de muchos planes entre ellos el que hoy he cerrado… Siempre he sentido curiosidad por ese país tan lejano y desde hace mucho he fantaseado con vivir allí algún día; algu@s lo sabéis bien.

El 21 de Septiembre me voy a pasar un año a Melbourne; Australia.

Mi vida aquí es genial, para nada escapo de mi situación actual, simplemente creo que solo hay una vida y estancarme en algo genial no sería lo correcto para mí. Busco crecimiento personal, aprendizaje y las herramientas para en septiembre de 2013, cuando vuelva a España, ser mejor en todos los aspectos de mi vida y como no, ofrecer lo mejor de mí a las personas que aquí están.

Siento especial tristeza sobre todo por una persona que es muy sufridora y que tanto, tanto y tanto ha sufrido por mí: Mi Madre. Es cierto que no nos vemos mucho pero te siento muy cercana… estar un año sin verte y a tantos y tantos kms va a ser duro, muy duro. Se que no te gusta la idea pero hay algo en tu interior que quiere que me vaya… para ti mi felicidad bien vale cualquier disgusto.

Se extrañará al resto de familiares, aunque algo me dice que Pilar vendrá de visita a Melbourne.

Con mi madre y hermana.

Una vez allí solo caben dos posibilidades… la primera es que las circunstancias sean favorables y entonces haré porque aun sean mejores… (Menor aprendizaje y mayor comodidad) La segunda es que no lo sean, que entonces simplemente habrá que transformarlas para que sean favorables… (Mayor aprendizaje y menor comodidad) en cualquier caso el resultado es parecido: Bueno o mejor.

Hay más razones para volver dentro de un año que para irme ahora, muchas personas y planes… Una de tantas cosas que lo hace tan especial es que tiene fecha de caducidad.

En poco más de 2 meses estaré allí “cabeza abajo” 

Gafas

No te he pedido que me ayudes, no quiero tus consejos, tampoco me quiero servir de tu experiencia, así que no empieces con tus “yo una vez...” Estoy aburrido de que hagas tus propios juicios y de que pienses que lo que una vez a ti te funcionó va a ser mi piedra angular. No quiero saber como construiste tu presente, cuáles fueron tus errores del pasado y cómo aprendiste de ellos. No voy a ser yo quien escuche tus planes genéricos hacia lo que tu llamas éxito. No creas que sabes a quien tengo que dirigirme y me niego a escuchar un "yo en tu lugar" más... Cada vez que vomitas lo que crees que es mejor para mí te miro con más indiferencia y cuando me aseguras que así no voy a ningún lado solo pienso en no volver a verte. Me resulta tremendamente aburrida la interpretación que hiciste de lo que un día leíste Dios sabe donde, o como fuiste capaz de quitarte y quitarle ese mal habito tan molesto. Detesto que me cuentes lo fácil que es hacer esto o lo otro, que me hables de como enamorar o desenamorarme. Ninguna palabra más de como debo sentirme y ni te atrevas a obligarme a dejar de llorar. No me exijas que dibuje una sonrisa en mi cara...

Solo te pido que te quites tus gafas, te pongas las mías y empieces a escuchar lo que hoy siento...

¿Dónde empieza el cambio?

“Sé el cambio que quieras ver en el mundo”  Mahatma Gandhi.

Mahatma Gandhi.

He de reconocer que el principal fin de esta entrada es publicar el vídeo, lo que escribo son reflexiones a cerca de éste.

En multitud de acontecimientos nos quedamos mirando el problema y nos contentamos con un: “Yo no puedo hacer nada”, “no soy yo quien tiene que poner soluciones...” En ocasiones lo que hacemos es simplemente mirar hacia otro lado...

Un niño de apenas 8 años no puede hacer aparentemente nada, pero si puede ser la chispa que produzca una gran detonación. El cambio empieza por nosotros mismos; no puedes exigir una buena cara al conductor del autobús si le miras con cara de perros, no pretendas esperar de una sociedad, grupo o una cultura algo que sus miembros por separado no cultivan, por eso reitero lo que dice el genial Mahatma Gandhi: “Se el cambio que quieras ver en el mundo”

Si no te gusta lo que ves, puedes empezar por cambiar lo que este en tu mano o en ti mismo y que tenga repercusión en los demás. El cambio en uno mismo en vez de enfocar tu energía en buscar responsables y caer en los “esques”: “Es que éste debería hacer esto y es que éste otro no debería hacer lo otro...”

Rosa Parks

La sociedad somos pequeñas personas con potencial de hacer grandes proezas y que desafortunadamente nosotros mism@s nos encargamos de poner el freno a ese enorme potencial. Somos capaces de mover enormes troncos, para hacerlo debemos desaprender la manera que creemos que “la gente” los mueve y aprender la forma en la que realmente nosotros mismos somos capaces de moverlos.

Aquí dejo un ejemplo: La historia de Rosa Parks.

http://www.rosaparks.org

¿Por qué no poner en marcha tu propio movimiento?

Optimismo y Coaching.

No imagino un proceso de coaching sin que coach y coachee tengan una actitud optimista. Si alguno de vosotr@s esta pensando en realizarlo, en primer lugar debe preguntarse si es optimista. Si no lo es, que piense si puede llegar a serlo. Si su pesimismo ahoga cualquier idea, tiene una labor extra: empezar a trabajar su optimismo.

Optimismo Vs. pesimismo… Como he oído en un par de conferencias de Alex Rovira, el requisito más importante que demanda la NASA para poder ser astronauta es tener una actitud optimista.

El optimismo nos lleva a la acción, el pesimismo es genial para no hacer nada. El coaching es atrevimiento, es hacer diferente para obtener resultados extraordinarios, es crecimiento… si pensamos que todo va a salir mal… ¿Qué acción vamos a desempeñar? ¿Cuáles van a ser esos magníficos resultados? ¿Qué metas extraordinarias vamos a buscar? ¿Cuáles vamos a encontrar si partimos del pesimismo más radical?

Buscar y aceptar un desafío requiere una actitud positiva. No me imagino a los jugadores de la selección Española hace poco más de 4 años asumiendo que iban a caer siempre en cuartos… Las barreras están para romperlas.

Analizando con optimismo nos entregamos a nuestras virtudes y no nos atrincheraremos  en nuestras carencias. Partiendo de una visión positiva estamos más cerca del éxito que si lo hacemos de una visión catastrofista; con éste pensamiento tenemos una percepción poco objetiva de la situación; tristemente más negativa de lo que realmente es.

Cuando llegamos al momento de analizar las diferentes opciones (lo que se puede hacer diferente para obtener resultados grandiosos que no se están encontrando), el pesimista va en la dirección de: “No puedo hacerlo, no se hacerlo, saldrá mal…” Los optimistas imaginan circunstancias que posibilitan las acciones que llevan al objetivo. Realmente es importante poder imaginarlo para poder lograrlo. Para lograr primero debemos creer y un pesimista no hace porque no cree... Estoy casi seguro que el gran Leonardo Da Vinci no era pesimista.

Planes de acción: Anticipar fracasos invita a no salir de la zona segura que poco a poco se va haciendo más pequeña hasta casi ahogarnos. Salir es fundamental. No podemos estar en ese pequeño espacio siendo más grandes. En coaching es fundamental identificar cual es esa zona de confort y salir de ella. El optimismo es la chispa que dinamita las barreras. Actuar es la clave del crecimiento, del logro. El optimista siempre encontrara razones para ponerse en marcha.

Un ejemplo es el penalti de Sergio Ramos en la Eurocopa. Es cierto que falló con el Real Madrid y podría haberse cubierto de pensamientos anticipatorios negativos, pero su optimismo le llevo a tirarlo… A LO PANENKA! Cada cual que saque sus conclusiones. Todos hemos cometido errores; son nuestros penaltis fallados. Hay 3 tipos de personas: Los que no vuelven a lanzar un penalti, los que están pensando eternamente si tirarlo o no y los que lo lanzan.

Sergio Ramos

Coaching es acción y para pasar a la acción es fundamental una actitud positiva. Afortunadamente el coaching tiene el compromiso de sacar tu versión optimista.