No
se me ocurre comenzar este post con otra frase que no sea esta: “la acción más
pequeña vale más que la intención más grande”
Proyectos,
propósitos, deseos… ¿A qué nos lleva almacenar fantasías en nuestra cabeza que nunca
verán la luz?
¿Las
ideas de Thomas A. Edison y tantos otros genios criaron telarañas en sus
inquietos cerebros? O ¿quizá fueron genios porque se atrevieron a desempolvar
las ideas de sus cabezas y llevarlas también a otros sitios más útiles, como por
ejemplo sus manos?
¿Y
si sacas esa idea, ese sentimiento, ese proyecto que tienes hoy en tu cabeza
cubierto de polvo y empiezas a jugar?
Cuántas
citas se quedaron en tardes de soledad, cuantos besos en suspiros y cuantos
abrazos no fueron más que brazos derrotados… ¿Por qué? Porque un día o quizá
dos no quisimos salir de nuestra zona segura; de jugar con la incertidumbre.
Sí: pudimos perder y no perdimos; pero ¿ganamos?
Y
al hilo de esto se me ocurre una cita de Tamaro: “sólo el dolor hace crecer, pero
al dolor hay que enfrentarlo directamente; quien se escabulle o se compadece
está destinado a perder”.
La
conclusión es que si las cosas salen mal, siempre ganamos en aprendizaje, como respondió
el anteriormente citado T. A. Edison a la pregunta de un periodista de cómo
siguió intentándolo después de casi mil fracasos de hacer funciona su bombilla.
“No fracasé; sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”. Si
Edison solo hubiese imaginado cómo se hace una bombilla ninguno lo habríamos
estudiado en el colegio; el pasó a la acción y lo consiguió, consiguió que su
bombilla se encendiese y por ello es eterno.
Cuantos
curriculum sin entregar, cuantas miradas sin llegar a más, cuantas palabras sin
escribir… si pasamos a la acción multiplicamos las posibilidades de tener buena
suerte, tenemos mayor potencial de casualidad y en definitiva de que las cosas
soñadas ocurran. Somos nosotros mismos los potenciadores de nuestros fracasos y
los saboteadores de nuestros sueños.
Te
invito a que te comprometas a hacer, a que descubras que las acciones son
resultados, a que sientas la rareza de no haberlo hecho antes, y más aún a que
sientas el orgullo de haberlo conseguido.
Pasa
a la acción y deja de esperar que las cosas surjan; la mejor oportunidad de
hacer algo grande fue ayer, hoy no es tarde y mañana… mañana puede que sea demasiado
tarde para hacer algo realmente grande.
"Mañana ya es hoy" Gracias por este post tan interesante!!!!!
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